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Delitos Económicos: Ley 21.595

En Chile, los delitos económicos representan un desafío significativo para la justicia y el orden económico del país. Estos delitos, que incluyen actividades como el fraude, la corrupción, el lavado de dinero, y la manipulación de mercados, no solo afectan la economía, sino que también minan la confianza pública en las instituciones. Para enfrentar este problema creciente, el gobierno chileno promulgó la Ley 21.595, que introduce reformas esenciales en la regulación y penalización de los delitos económicos.

¿Qué son los Delitos Económicos?

Los delitos económicos se refieren a acciones ilegales realizadas con el fin de obtener un beneficio financiero o comercial. Este tipo de delitos puede ser cometido tanto por individuos como por empresas, y su impacto puede ser devastador, afectando a miles de personas y comprometiendo la estabilidad de sectores enteros de la economía. Entre los delitos económicos más comunes en Chile se encuentran:

  • Fraude financiero: Engaño deliberado para obtener dinero, bienes o servicios.
  • Corrupción: Sobornos y otras prácticas corruptas que pervierten los procesos legales y administrativos.
  • Lavado de dinero: Ocultación del origen ilícito de fondos para integrarlos en la economía formal.
  • Manipulación de mercados: Acciones que distorsionan el funcionamiento normal de los mercados financieros.

 

Ley 21.595: Un Marco Legal para Combatir los Delitos Económicos

La Ley 21.595, promulgada en 2023, representa un avance significativo en la lucha contra los delitos económicos en Chile. Esta ley introduce cambios importantes en la forma en que se detectan, investigan y sancionan estos delitos, con el objetivo de mejorar la transparencia y la rendición de cuentas en el ámbito económico.

Uno de los principales enfoques de la Ley 21.595 es la responsabilidad penal de las personas jurídicas. Esto significa que no solo los individuos pueden ser procesados por delitos económicos, sino que también las empresas pueden ser responsables penalmente si se determina que sus actividades han facilitado o promovido actos delictivos. Esta medida busca garantizar que las empresas implementen políticas internas más estrictas para prevenir la comisión de delitos económicos.

Además, la ley establece sanciones más severas para quienes cometan delitos económicos, con penas que incluyen multas significativas y, en algunos casos, la disolución de la empresa implicada. Estas sanciones buscan no solo castigar, sino también disuadir a otros actores de incurrir en conductas similares.

Implicaciones de la Ley 21.595 para las Empresas

Para las empresas en Chile, la Ley 21.595 impone nuevas responsabilidades que no pueden ser ignoradas. Las empresas deben adoptar medidas de compliance más robustas, lo que implica la implementación de sistemas de control internos y auditorías regulares para garantizar que sus operaciones cumplan con la normativa legal.

La figura del Oficial de Cumplimiento también cobra relevancia bajo esta ley, siendo la persona encargada de supervisar que la empresa esté alineada con las normativas legales y que se tomen las medidas necesarias para prevenir delitos económicos. Este rol se ha vuelto indispensable en las grandes corporaciones y en cualquier empresa que opere en sectores con alto riesgo de delitos económicos.

La Importancia de la Transparencia y la Ética Empresarial

Más allá del cumplimiento legal, la Ley 21.595 subraya la importancia de la transparencia y la ética en el mundo empresarial. Las empresas que fomentan una cultura de integridad no solo evitan sanciones, sino que también ganan la confianza de los consumidores, inversores y la sociedad en general.

Promover una cultura organizacional basada en principios éticos sólidos es fundamental para prevenir delitos económicos. Esto implica no solo cumplir con las normativas legales, sino también adoptar una postura activa contra cualquier tipo de conducta que pueda ser considerada como deshonesta o ilegal.